Replica
Volterra, Museo Etrusco Guarnacci
El objeto reproduce el hígado de una oveja en sus articulaciones anatómicas: la superficie interior está dividida en cuarenta sectores, cada uno de los cuales lleva el nombre de la deidad que lo preside. Esta definición de los espacios permitía la localización, y por tanto la interpretación, de los signos enviados por los dioses. El modelo podría haber sido una ayuda mnemotécnica para el arúspice, o más bien una ayuda didáctica para los que aprendían la «disciplina etrusca».