Terracota
Siglos III – II a.C.
Florencia, Museo Arqueológico Nacional
La cuarta sección se titula Aldilà – el más allá y trata del mundo de la de la vida después de la muerte y de los rituales funerarios practicados por los etruscos. El profundo sentido místico de los etruscos entre la esfera celestial y el mundo terrenal se refleja aún más vívidamente en su concepción del Inframundo. En esta sección, el visitante se sumerge de lleno en el mundo funerario, el aspecto más sagrado e íntimo de los etruscos.
Los etruscos creían en la continuidad del más allá. Por esta razón, las tumbas etruscas reproducen las viviendas de los vivos y se llenan con el mobiliario y los objetos de uso común: así, incluso en la otra vida, el difunto permanece rodeado de sus joyas y sus «insignias». Sin embargo, el deseo de sus familiares es también que su memoria perdure. De hecho, los muertos se reproducen a menudo en las tapas de las urnas o sarcófagos.